lunes, 27 de octubre de 2008

Resistencia


Este fin de semana he aprovechado para ver una película a la que tenia ganas. Battle in Seattle o Batalla en Seattle según se prefiera. El filme trata sobre las movilizaciones que tuvieron lugar en la ciudad a la que se refiere la película el 30 de Noviembre de 1999 y los sucesivos días. En esa época se celebraba en la ciudad una cumbre de la Organicación Mundial de Comercio (OMC/WTC) en algunos medios de comunican se hablaba de que este encuentro era "La ronda del milenio" y que de sus resultados resultaría un nuevo orden mundial en lo referente al comercio entre estados. En cierto modo la OMC salio de Seattle sin conseguir ninguno de sus objetivos, es decir, su cumbre fue un autentico fracaso y todo gracias a que unas 100.000 personas según los organizadores de las movilizaciones y 40.000 según informaron las autoridades, decidieron salir a la calle para manifestar su desacuerdo con todo lo que representa la OMC y los acuerdos que pretendían tomarse en esa cita. En aquel momento se les conoció como los antiglobalización, los que se oponían al crecimiento de los estados, a su desarrollo economico. Hoy todos sabemos que aquella gente tenia razón, nuestro planeta esta ambientalmente en un momento delicado, la distribución de la riqueza es cada vez mas desigual, los derechos humanos continúan vulnerandose día a día incluso en el primer mundo y el capitalsmo sacia su ambicion a base de políticas ultraliberales como las que nos han llevado a la actual crisis financiera que el mundo esta sufriendo.

Esos locos defensores de tortugas y ballenas, los cabecillas marxistas de los sindicatos y los abraza-arboles entre otros no se manifestaron en contra de la globalización, ni del desarrollo. Solamente pedían que las cosas se hagan bien. La mezcla de culturas es un elemento tan enriquecedor que puede suponer la creación de los cimientos para una nueva realidad, pero no debe realizarse a cualquier precio, ha de hacerse siguiendo unos parámetros de sostenibilidad y respeto y por supuesto ha de mantenerse totalmente alejada de los factores economicos de mercado que actúan como elementos especulativos buscando la maximización del beneficio resultante del proceso en lugar de preocuparse por la eficiencia del mismo.

Dejo este tema abierto. Ah, me olvidaba mencionar a modo de curiosidad que Seattle recibe su nombre del Jefe Seattle un indio americano perteneciente a los Suquamish y Duwamish.

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